Parir en la calle (minicrónica tardía) parte I

4 Nov

A una semana de la muerte de Néstor recién atino a reaccionar con algunas palabras, que pretenden arrimar una idea. Este blog va a tener – tiene – como costumbre revolver en los basurales, en busca de material discursivo, convirtiéndose en un aparato reciclador que, las más de las veces, produce la misma basura con distinto olor. Querramos creer que no.
Esta vez, sin ir más lejos, toma para título del post uno de los titulares del día de hoy de TN: Parir en la calle.

Al que, por ahora, llamaremos Movimiento, esta muerte le permite calibrar la dimensión de su líder de manera prematura. Situación ventajosa y excepcional (en el sentido de inhabitual) que hace consciente el proceso, sus logros, sus valores.

Al día siguiente del suceso compré Tiempo Argentino, diario que tiene en su última página como tira a El Eternauta. La iconografía y la simbología de «la gran historieta de la Patria» ya había sido tomada desde hace unos meses por los muchachos de La Cámpora. Quise entonces encontrar en los cuadritos de ese día algún mensaje cifrado, pero no asocié nada ingenioso. Dí vuelta el diario y ¡ahí lo ví!: el cuadrito de la historieta era hoy un cuadro grande que ocupaba toda la tapa. Un corrimiento del significante había convertido al Nestornauta de La Cámpora en el Eternéstor del héroe colectivo.

Igual que el miércoles después del censo, busqué salir de la ecografía tanto el jueves como el viernes. Murió Kirchner y nació el Kirchnerismo. La noticia llegó al monopolio mediático tan tarde como esta minicrónica: Parir en la calle. Por ahora lo llamaremos Movimiento.

 

Ángel Argenti

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